Puntadas de Mburucuyá se propone una acción colectiva para bordar la bandera con el logo del jardín invitando a toda la comunidad a una jornada para realizarla. Se realizara con las artistas Cristina Aimaretti (Coordinadora) y Karina Salinas (textil).
Es interesante saber que un objeto fue relazado paso a paso , puntada a puntada. Este transitar en la construcción de la imagen de un bordado hace evidente el tiempo trascurrido del cuerpo en el espacio. Bordar es una acción muy antigua, hay bibliografía que habla de distintos orígenes, difieren las fechar, se practicaba en oriente y oxidante. Largo es el recorrido; actualmente es una acción que llevan a cabo escaso número de personas.
Hoy en día el bordado es revisado y vuelto a transitar usando su carga histórica y antropológica. Hay artistas que trabajan el bordado para pintar usando los hilos y puntos como diferentes herramientas. Muchos colectivos de artistas bordan para reivindicar derechos y para denuncias.
La artista Karina Salinas aplica en grandes mapas, previamente delineados por sus puntadas, etiquetas de prendas poniendo de manifiesto la procedencia de las mismas, esta pequeña acción que lleva adelante es inquietante disparando muchas preguntas que ponen de manifiesto las escasas respuestas.
Su búsqueda que bien se puede decir arqueológica del origen de las prendas mueve y conmueve. Es profundamente antropológica, con el disparador de la procedencia anotada en la prenda ella hace un búsqueda de cuál es el país el camino inverso , y continua el gesto de elaboración bordando la figura del mismo. Sin llegar a ver la mano que la fabrica, dice. Su obra queda abierta.
Como en la trama de la vida, los hilos que se tejen juntos posibilitan el vínculo y la permanencia a una historia común, enhebrando nombres, pensamientos, emociones y sucesos que nos definen en relación con otros y en la alteridad.
La esencia de esta práctica artística radica en las relaciones entre los integrantes de la comunidad y el encuentro. Resinificar la construcción de vínculos entre las personas que comparten un espacio a través de la labor del bordado, un trabajo, que llega a los sentimientos, a la memoria y al corazón. De este modo , el arte es un “estado de encuentro” , la escuela es el “lugar” para que ese encuentro entre personas de diferentes edades sea considerado un intercambio de palabras y vivencias que se representa en cada puntada y la “bandera“ lo que queda en la memoria de la comunidad.
Karina salinas